Pollos
Hoy vamos a hablar de pollos. Y no, este post no va sobre el pollo que cuesta 30€ el medio gramo.
Si metiéramos en un horno un pollo a 480 ºC
durante una hora y, en el horno de al lado, un pollo a 150 ºC durante tres
horas, tendríamos dos pollos cocinados, sí. Pero de diferente forma.
El pollo que ha estado una hora a altas temperaturas
para que pudiéramos comer cuanto antes, está más quemado que el queso de los
bordes de un sanjacobo. En cambio, el que se ha pasado las tres horas de cocción
a temperatura sostenida está doradito por fuera y tierno por dentro.
Porque el crecimiento de verdad, el que transforma
a las personas, es como cocinar un pollo en el horno durante tres horas a
150 ºC. No se trata de hacerlo rápido, ni de ser el primero o el más capaz; se trata
de interiorizar todo el proceso. De vivir con paciencia, estrategia y
constancia.
Vivimos en un mundo alimentado por la
tecnología en el que todo tiene que ser para ya, en el que, si no eres
productivo, no vales; donde todo urge, y cuando pensamos esto, nos olvidamos de
que los mejores platos son los que cocinan las abuelas. Lo artesano, hoy en día, se
paga más caro que lo procesado. Por algo será.
No sientas miedo a que tu camino parezca más
lento o difícil que el de los demás. No caigas en el error de la comparación. Tal
vez estás cocinando algo a fuego lento mientras otros se queman a lo bonzo.
Y es que, si somos los que comemos, ¿qué
pollo te gustaría ser?