Karma futuro


Recientemente, un colega que he hecho en estas tierras allende los mares me recomendó escuchar las clases de la profesora y filósofa brasileña Lúcia Helena Galvão. Nunca he sido mucho de podcasts, pero algo tenía que hacer en los 40 minutos de ida hasta el gimnasio a pie, y otros tantos de vuelta. Además de disfrutar de los dorados rayos del sol a lo largo de todo el paseo marítimo. Así que la puse en el Spotify, y el caso es que la recomiendo profundamente.

Para esta profesora, en base a la filosofía oriental, el karma futuro es que si no te comprometes a crecer como debes, a aprender de los errores que has cometido, a encontrar la paz que te permite conectar con tu entorno y con tu yo interior, vas a faltar a un compromiso con el futuro. Habrá alguien o algo esperando por ti para que desencadenes una reacción o sentimiento, y si no llegas a tiempo, eso no sucederá.

El resultado de las acciones y decisiones que tomamos en el presente viene de quienes hemos sido en el pasado. No se trata de un destino fijo o predeterminado, sino de un proceso dinámico en el que cada persona, con sus elecciones conscientes, puede transformar su propio futuro.

Porque como bien dice en una de sus aulas, cuando crecemos y los zapatos nos quedan pequeños, por mucho que nos gusten y nos encanten, tenemos que dejar de usarlos porque ya no nos sirven.

Una vez creces, cambias. Y nada es igual. Ni para ti, ni para quien te aguarda en el futuro.